Patricia del Milagro Roldan tiene 26 años, y vive en la ciudad de Orán junto a sus padres y dos hermanos en el barrio 402 Viviendas, entre López y Planes y Sebastián Cuenca. Nació con hidrocefalia y mielomeningocele. Esta última, le causa debilidad en las caderas, piernas y pies por lo que nunca aprendió a caminar. Siempre, dependió de una silla de ruedas y de la inquebrantable voluntad de sus familiares, amigos y compañeros de colegio para trasladarla.

A pesar de todas estas limitaciones, con mucho esfuerzo, la contención y el amor de su familia, ella pudo terminar sus estudios secundarios y hoy, aspira a seguir una carrera Universitaria.
Su sueño, es estudiar la carrera de Comunicaciones Sociales; poder transmitir un mensaje, formar una opinión. Le gusta el contacto con la gente y asistir a cualquier evento social. Esto le genera una gran motivación y recreación. Como cualquier jóven de su edad y a pesar de su aflicción, disfruta mucho el contacto con la gente.
Justamente el pasado 5 de Agosto, Patricia junto a su mamá, asistieron a un multitudinario Festival; que era también el cierre de campaña, en ese momento, del precandidato a Senador Nacional Rodolfo Urtubey.
Unas 8 mil personas disfrutaron de la presentación de destacados artistas, y todos, le dieron un marco festivo y colorido a este acto político en Orán.
Cuando terminó el acto, ellas se disponían a retirarse, cuando desde el escenario se bajó "el político que gritaba y agradecía a la comunidad con mucha euforia"- según cuenta ella-,  para saludar a la jóven y a su madre.
Para alguien que se crió escuchando palabras de rechazo a la política, producto de frustraciones repetidas y promesas incumplidas, ése gesto; fue una gran sorpresa.

La ocasión fue propicia para que el entonces precandidato Rodolfo Urtubey, conociera la historia de Patricia. Y a pesar de la poca fe de ella y su familia en la “clase política”, aprovecharon la oportunidad para pedirle que arbitre los medios necesarios para una silla de rueda propia, y poder dejar de alquilar aquella que la llevó al Festival.
La promesa de Urtubey fue firme, aunque la confianza de ellas, era un interrogante.
A pesar de ello, regresó feliz de haber disfrutado el festival esa noche, y porqué no, de haber conocido a alguien que le renovó la esperanza.
Un mes después, y en el marco de una sentida Fiesta Patronal que honra a San Ramón Nonato, Patricia y Rodolfo Urtubey, pudieron reencontrarse.
El “hombre que gritaba con mucha euforia arriba del escenario” en el cierre de su campaña, se confundió con ella en un abrazo. Él había ido también a cumplir con su promesa.
Emocionada por su gesto, Patricia se animó a contarle su sueño de estudiar en la Universidad. Y nuevamente el apoyo y la contención se renovó, porque el próximo año, la joven podrá venir a estudiar a Salta y empezar a cumplir su anhelo de llegar a ser una comunicadora social.
Quien ejerce la política conoce las idas y vueltas del oficio. Sólo la vocación de servicio permite tolerar sus sinsabores y derrotas, sabiendo que también llegan los logros, y estas alegrías; la de poder sentir el eterno agradecimiento tras la ayuda del que más necesita hoy.
El contacto con la gente, querer conocer sus anhelos y sueños postergados, tomar luego la decisión de cumplir con la palabra entregada, y sentir al final la alegría y satisfacción del otro, es el sentido real y principal que tiene la política.